Influencia de las redes sociales en el Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030

Redes sociales y ODS

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible establece que la expansión de las tecnologías de la información y las comunicaciones y la conectividad global no solo acelerarán el progreso humano, cerrarán la brecha digital y desarrollarán la sociedad del conocimiento, sino que también contribuirán al desarrollo de la salud, la energía y otras industrias de gran potencial de innovación científica y tecnológica en diversos campos.  

 

¿Las Redes Sociales como ejes contaminantes del medio ambiente?

En su 69º período de sesiones (12 de agosto de 2015), la Asamblea General adoptó el proyecto de documento final de la Cumbre de las Naciones Unidas que respalda la Agenda para el Desarrollo. En el documento final titulado “Transformando nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible Adoptada”, se proyectaron 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entre estas figuran garantizar  la  disponibilidad  y  la  gestión  sostenible del  agua  y  el saneamiento para todos; tomar  medidas  urgentes  para  combatir  el  cambio  climático  y  sus efectos y  Proteger,  restaurar  y  promover  la  utilización  sostenible  de  los ecosistemas   terrestres,   gestionar   de   manera   sostenible   los   bosques,   combatir   la desertificación  y  detener  y  revertir  la  degradación  de  la  tierra,  y  frenar  la  pérdida  de diversidad biológica.

Sin embargo, los equipos informáticos requieren energía para funcionar, pero es el Centro de datos el que utiliza grandes cantidades de energía y agua para enfriarse. El 50% de la energía consumida en los centros de datos se utiliza para refrigeración y es energía fósil. Las redes sociales requieren centros de datos para funcionar porque los usuarios almacenan, recopilan y comparten grandes cantidades de datos.

Para 2020, los centros de datos emitieron entre 250 y 340 millones de toneladas de dióxido de carbono. En 2018, el sector de las TIC consumió entre el 6 % y el 10 % de la demanda mundial de electricidad. Esto lo convierte en uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero, dejándolo con una alta huella de carbono.

Por ejemplo, un correo electrónico con un archivo adjunto tiene una huella de carbono de 50 gramos de dióxido de carbono, y la transmisión de música produce entre 200 y 350 000 toneladas de gases de efecto invernadero. Gartner informa que enviar un tweet produce 0,02 gramos de dióxido de carbono. Con 500 millones de mensajes enviados en Twitter todos los días, eso se traduce en 100 toneladas de emisiones de dióxido de carbono por día. También se menciona la huella hídrica[1].

Es por ello que una de las principales preocupaciones de los gigantes tecnológicos es minimizar el impacto ambiental negativo inherente a su negocio. De ahí que surja una nueva generación de Data Centers, denominados Green Data Centers o Green o Eco Data Centers, que se esfuerza por reducir al máximo el consumo energético, mediante componentes optimizados o mediante el uso de métodos ecológicos y de enfriamiento rápido.

Facebook y Google son dos grandes empresas con cientos de empresas en todo el mundo. En la actualidad estas empresas están aperturando sus nuevas instalaciones en lugares cerca de grandes glaciares o en países con bajas temperaturas, precisamente para evitar costos por equipos de enfriamiento. Elegir el sistema de refrigeración adecuado puede modificar y reducir significativamente (hasta un 30 %) el consumo de energía de su centro de datos. Canadá, Islandia y Suecia albergan los centros de datos más ecológicos del mundo. Los climas fríos de estos países son ideales para reducir el consumo de energía. Además, la energía geotérmica es ampliamente utilizada como alternativa a la propia electricidad.

Facebook, en 2013, abrió un centro de datos en el norte de Suecia, el clima gélido proporciona un sistema de enfriamiento natural y el 100 % de la energía que consume es renovable, generada por un proyecto hidroeléctrico cercano. En 2016, Microsoft lanzó un prototipo de centro de datos submarino, frente a la costa de California, sin impacto ambiental.

Green Mountain es otro ejemplo de un centro de datos verde. Aprovechando la antigua base de la OTAN de Noruega y su proximidad al mar, Green Mountain[2] ocupa un espacio interior de 21.000 metros cuadrados a una profundidad de 250 metros. El enfriamiento se mantiene constante a la temperatura ideal gracias al agua a 8°C proporcionada por el fiordo. Además, el sistema de refrigeración transporta agua desde el fiordo hasta la estación de refrigeración sin el uso de energía eléctrica (con la ayuda de la gravedad) y sin el uso de gases refrigerantes. Esto hace posible cumplir la promesa de centros de datos sostenibles y producir cero emisiones.

 

Redes sociales que dan de comer

Otras de las ODS estipuladas en la Agenda 2030  fue la de poner fin al hambre, conseguir la seguridad alimentaria y una mejor nutrición, y promover la agricultura sostenible. Según datos  de  la  Organización  de  las  Naciones  Unidas  para  la  Alimentación y Agricultura (FAO) se  desperdician  1.600  millones  de  toneladas  de  alimentos  mientras  que  870 millones de personas padecen de hambre o desnutrición[3]

Por ello, bajo el hashtag #LaComidaNoSeTira se destacaron una serie de redes sociales que tenían como objetivo concientizar a las personas para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos. Tal iniciativa le dio vida a diferentes organizaciones que en la actualidad operan para contribuir al cumplimiento de dicha ODS.

Fue así como surgieron iniciativas como “Too Good to go” es una iniciativa con origen en Dinamarca y que comercializa a mitad de precio la comida elaborada por restaurantes, servicio que aprovechan en la actualidad unas 10 millones de personas.

De igual forma Nilus nace como una organización sin fines de lucro que conecta negocios de alimentos excedentes con comedores populares a través de una plataforma de financiación colectiva y facilita el transporte de esos insumos a través de una comunidad de conductores privados.

En materia de Agricultura sucedió algo muy similar. La etiqueta #AgriculturaFamiliarLocal le dio origen a “Blue Numbers”: una red social que brinda voz y visibilidad para ayudar a los pequeños productores a ingresar al mercado de alimentos. Como la producción no llega a ser conocida del todo a pesar de las pautas impuestas por la era de la globalización, la aplicación puede anunciar el producto, cómo se cultivó, cómo se fertilizó, si se usaron pesticidas y si se siguieron buenas prácticas agrícolas.

En tanto EthicHub es una red social que conecta a pequeños agricultores e inversores no bancarizados para recibir un 15 % de rendimiento mediante la tecnología blockchain. La iniciativa actúa como un puente de inclusión para que la inversión se realiza directamente en la comunidad sin intermediarios, lectores bancarios o instituciones financieras.

 

Redes sociales como un padre protector

Más de 12,5 millones de niñas se ven obligadas a contraer matrimonio cada año. La pobreza extrema, las normas sociales, culturales y religiosas, el honor familiar y la idea de la falsa protección son las principales razones que provocan estos matrimonios forzados. Muchas de ellas son abusadas física y sexualmente por sus maridos, porque suelen ser varias décadas mayores que ellas, además de correr el riesgo de morir a causa del embarazo temprano.

Con tal precedente muchas fueron las campañas que se han implementado en redes sociales para visibilizar el problema, así como exigir que los Estados y la comunidad internacional intervengan para acabar con este tipo de violencia sexual y de género.

La campaña #MyLifeAt15 hace un llamado a los gobiernos para que implementen los Objetivos de Desarrollo Sostenible y terminar con el matrimonio infantil para 2030. Petrider Paul, uno de los defensores de la juventud de Tanzania, explica que en este país, el matrimonio infantil está relacionado con la mutilación de sus genitales femeninos e ingresos financieros para los padres de las niñas.

En la actualidad son varias las culturas y comunidades donde una mujer joven puede casarse por un significativo precio, propiedades o ganado. La redes sociales concientizados a millones de personas para impulsar un cambio radical en este aspecto. Ejemplo de ello fue el fallo judicial por parte de la Corte Suprema de Tanzania el 25 de octubre de 2019, al prohibir a los padres casarse con hijas menores de 14 años.

#QueOnda:  es  una  iniciativa  conjunta  de  Naciones  Unidas  Argentina, Fundación  Avon  y  Asociación  Trama para  promover  noviazgos  libres  de  malos  tratos. Dicha campaña buscar hacer un llamado a los gobiernos, la sociedad civil, los grupos de mujeres, la juventud, el sector privado y los medios de comunicación para unir fuerzas contra la violencia de género.

 

Redes más sociales que nunca

En los últimos años, algunas personas y ONG han promovido la adhesión a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de forma didáctica en las redes sociales.

#BeatPlasticPollution #SinContaminaciónPorPlásticos y  #DiaMundialDelMedioAmbiente fueron algunas de las etiquetas que transformaron la realidad medioambiental del 2018. La iniciativa impulsada por Naciones  Unidas  se basaba en un “challenger” global a través de las redes sociales.

Su dinámica se basa en tres pasos: elegir un  plástico  al  cual  se  renuncia,  filmar o fotografiarse mostrando la alternativa reutilizable de este material contaminante y luego etiquetar a  tres amigos en redes sociales para que continúen con el “challenger”.

De igual forma #COMPANIES4SDGs un proyecto de voluntariado y estrategia tiene como objetivo involucrar y capacitar a los empleados de las distintas empresas que conforman la red en los objetivos de desarrollo sostenible a través de los distintos canales de la compañía.

La iniciativa constaba de la producción de varias piezas de contenido (videos, artículos, publicaciones en redes sociales) donde explicaban y graficaban cada uno de las ODS planteadas en la Agenda 2030 durante un periodo de tres años. Al mismo tiempo lanzaron un “challenger” donde instaban a las empresas que se quisieran sumar a dicho reto a publicar varias piezas en sus redes sociales para amplificar el mensaje.

A junio del 2019 se habían sumado 43 empresas (muchas de estas multinacionales) por lo que trascendió a 45 países. Además, más de 428.909 empleados recibieron información sobre los ODS y movilizaron a cerca de 80.000 voluntarios. Con dicho exponencial crecimiento estima que la iniciativa podría afectar a más de 500.000 empleados, y algunas empresas ya la están compartiendo con sus clientes y proveedores, siendo una probabilidad que la información llegue a cerca de 4 millones de personas.

Otra de las didácticas y retos responde al hecho que cerca de 13 millones de toneladas de plástico acaban en nuestros océanos cada año, por lo que Naciones Unidas ha lanzado una campaña global llamada #ActúaAhora contra el cambio climático.

En ella se proponen 10 acciones individuales concretas, de las que todo aquel que se inscriba elegirá una. Las acciones incluyen ducharse solo hasta 5 minutos, reutilizar, desenchufar, apagar las luces, reciclar y comprar productos locales.

Una nueva incorporación es el reto de la comida: cocinar sin carne, al que se suma el challenger de la moda: Supra-Recycling, es decir, el reciclaje creativo de ropa vieja a partir de los consejos de los diseñadores. Bajo la etiqueta #ActúaAhora se habían registrado más de 500.000 acciones para el cambio climático para finales del 2019.

 

Redes sociales en el desarrollo sostenible

Si entendemos la sostenibilidad como “la habilidad de lograr una prosperidad económica sostenida en el tiempo protegiendo al mismo tiempo los sistemas naturales del planeta y proveyendo una alta calidad de vida para las personas” no podemos quedarnos atrás cuando se trata de bien utilizar nuestros canales digitales.

Una empresa sostenible no es solo aquella que tenga un producto amigable con el medioambiente, sino aquella que tiene un compromiso con generar triple impacto.  En ese sentido, contar con una política sostenible en nuestra empresa y trabajar día a día con este fin supone una oportunidad de negocio para las empresas, ya que es posible generar innovación, diferenciación y, por sobre todo, conectar con una audiencia cada vez más comprometida con marcas alineadas en este enfoque.

Desde esta perspectiva, y reconociendo que el marketing ha evolucionado hacia un proceso en el cual se apunta a conectar emocionalmente con las personas es que las redes sociales son una herramienta con un enorme potencial para lograrlo. Es un canal donde podemos lograr transparencia, ser amigables y conectar con nuestros clientes, generando vínculos significativos y obtener una retroalimentación tremendamente favorable.  

REFERENCIAS

  • [1] Estos datos pueden ser consultados en: “La huella de carbono digital: internet también ensucia el planeta” (7   de   mayo   de   2019) 20   minutos.   [Consultado   el   27   de   noviembre   de   2019]   Disponible   en: https://www.20minutos.com.mx/noticia/511030/0/la-huella-de-carbono-digital-internet-tambien-ensucia-el-planeta/
  • [2] Para  mayor  información  se  puede  consultar  en  la  página  web  del  Centro  de  Datos: Green  Mountain. [Consultado el: 30/11/2019] Disponible en el Sitio Web https://greenmountain.no/
  • [3] Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura

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