Estar alertas a lo que pasa en el mundo es parte de enfrentar la vida con un propósito. Las imágenes del hambre en América Latina han disminuido, es verdad. Pero no por eso dejaremos de visibilizar a los más de 820 millones de seres humanos malnutridos en la tercera década, ya, del siglo 21. De esa cifra, son más de 150 millones de niños y niñas, especialmente de Asia y África. Lugares que hoy, ya no están tan lejos… Hambre cero, es el Objetivo de desarrollo sostenible que nos convoca hoy.La Real Academia Española, RAE, ofrece tres acepciones para definir “hambre”:
- Gana y necesidad de comer.
- Escasez de alimentos básicos, que causa carestía y miseria generalizada.
- Apetito o deseo ardiente de algo.
Malnutrición, emaciación, obesidad…
Según el estudio de la FAO, “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo: Transformación de los sistemas alimentarios para que promuevan dietas asequibles y saludables (2020)”, el progreso hacia la consecución de los objetivos y metas que dicen relación con el hambre en el mundo, no es muy auspicioso:- El número de personas subalimentadas en el mundo siguió aumentando en 2019. Si no se invierten las tendencias recientes, la meta de poner fin a todas las formas de malnutrición, incluso logrando, a más tardar en 2025, las metas convenidas internacionalmente sobre el retraso del crecimiento y la emaciación de los niños menores de 5 años, y abordar las necesidades de nutrición de las adolescentes, las mujeres embarazadas y lactantes y las personas de edad, no se cumplirá.
- Si estas tendencias se mantienen, la distribución del hambre en el mundo cambiará considerablemente, haciendo de África la región con el número más elevado de personas subalimentadas hacia el 2030.
- La inseguridad alimentaria moderada o grave afecta a un cuarto de la población mundial y ha ido aumentando a lo largo de los últimos seis años. Más de la mitad de la población en África, casi un tercio en América Latina y más de un quinto en Asia, padecen inseguridad alimentaria.
Tú y yo podemos aportar
Si eres uno de esos ciudadanos que tiene hambre en su tercera acepción, es decir, apetito o deseo ardiente de terminar con el hambre en el mundo, toma nota de las propuestas que hace la ONU sobre lo que podemos hacer desde nuestro anónimo lugar.- Se pueden hacer cambios en la vida cotidiana —en el hogar, en el trabajo y en la comunidad—, apoyando a los agricultores o a los mercados locales y tomando decisiones sostenibles sobre la alimentación, apoyando la buena nutrición para todos y luchando contra el desperdicio de alimentos.
- También podemos utilizar nuestro poder como consumidores y votantes, exigiendo que las empresas y los gobiernos tomen las decisiones y realicen los cambios que hagan posible lograr el objetivo del Hambre Cero. Podemos participar, ya sea en las plataformas de las redes sociales o en nuestras comunidades locales.
- Y podemos sumarnos al Movimiento Mundial en favor del Hambre Cero participando en la iniciativa “El reto del Hambre Cero” para saber más, especialmente sobre otras formas de actuar.