Los consumidores demandan que las empresas ayuden en la reducción de la huella de carbono y el impacto que esta tiene en el medioambiente. Combatir los gases que genera el calentamiento global y ayudar a mejorar la salud del planeta, es uno de los desafíos más grandes que enfrenta el mundo, no obstante, es un compromiso que merece la pena asumir de cara al futuro.
Buscar una solución urgente al impacto del cambio climático, ha provocado que los clientes conscientes ganen tracción y direccion en sus decisiones de compra hacia productos responsables, provenientes de organizaciones que se preocupan por el bienestar del entorno.
Según una encuesta de McKinsey & Co., el 75% de los millennials toman en consideración la sostenibilidad de la empresa y sus prácticas medioambientales antes de efectuar la acción de compra. Esto, ya que buscan satisfacer sus necesidades con marcas que sean socialmente responsables y que compartan sus mismos valores y prioridades.
La tendencia se repite en mercados de todo el mundo y no es para menos. La estabilidad ambiental ya no es una opción, ahora es mandato que debe estar presente en las decisiones operativas y productivas de las organizaciones.
La reducción de la huella de carbono, para el caso de las empresas, implica necesariamente una reestructuración operacional, en la que se tomen diferentes acciones que puedan lograr una transformación hacia una sociedad respetuosa con el cambio climático y baja en carbono.
Algunas acciones que se pueden emplear son:
- Fomentar la cultura del reciclaje y la reducción de residuos.
- Adoptar el uso de energías renovables para generar electricidad.
- Realizar campañas de sensibilización.
- Cambiar procesos de producción por unos que sean más amigables con el medioambiente.
- Fomentar el uso de transporte público o compartido para los empleados.
- Diseñar productos con menor huella de carbono a lo largo de su ciclo de vida.
- Reducción de la huella de carbono digital.
- Entre otros.
Partiendo de esta premisa, es cada vez más importante que los negocios tengan conocimiento de los gases que generan. Por un lado para conocer qué factores influyen en sus emisiones y, por el otro, para accionar y crear planes que disminuyan este indicador ambiental.
El marketing como industria publicitaria, puede contribuir a que las organizaciones reduzcan o compensen su huella de carbono. Sin embargo, es importante que desde el interior de la empresa se apliquen estrategias que estén enfocadas en promover un modelo operativo más ecológico y responsable con los recursos.
¿Cómo puede el marketing sostenible ayudar a la reducción de la huella de carbono?
Desde el punto de vista comunicacional, el marketing sostenible representa una oportunidad de oro para la reducción de la huella de carbono. Sobre todo, porque las tecnologías digitales representan casi el 4% de las emisiones de GEI, cifra que podría duplicarse para el año 2025.
Con base a esta premisa, medir la huella y estar consciente de su impacto cobra mayor importancia, puesto que será determinante para sobrevivir en el mercado actual, atender el reclamo de los consumidores y, por supuesto, el del medio ambiente.
En este orden de ideas, la sostenibilidad ofrece herramientas que a largo plazo son indispensables para alcanzar la misión de la empresa y tener una cultura interna y externa con prácticas éticas y responsables.
A continuación, tres acciones estratégicas de marketing sostenible que pueden reducir la huella de carbono en las empresas:
1. Campañas de concienciación y educación, interna y externa
Gracias al marketing sostenible, las empresas pueden instaurar y promover una cultura interna y externa de concienciación que eduque a los colaboradores y clientes sobre el impacto de la huella de carbono en el medioambiente y la importancia de reducir este indicador.
Una corporación que promueve en su estructura comportamientos y valores sostenibles, es capaz de influir en la decisión de compra de su público objetivo y fomentar un cambio en los hábitos de consumo, destacando las características de aquellos productos y servicios que son más ecológicos y saludables para el entorno.
2. Utilizar estrategias digitales que generen menos activos digitales y más valor
Implementar una estrategia basada en la calidad de activos digitales y no en la cantidad, es otra de las formas que ofrece el marketing sostenible para la reducicón de la huella de carbono. Promover y difundir productos y servicios de poco impacto ambiental y social, al mismo tiempo que se genera valor para el cliente es posible en la medida que la organización adapte sus procesos y evite aquellas prácticas que implican un consumo mayor innecesario de recursos.
Partiendo de la idea que lo que se busca es compartir información valiosa, un ejemplo claro de este punto sería no desarrollar material efímero. Por el contrario, lo ideal es elaborar contenido evergreen que se pueda reutilizar o compartir cuantas veces sea posible.
Lo mismo aplica para otras prácticas comunes a nivel empresarial, sobre todo por parte los colaboradores, como apagar la cámara en las videoconferencias, evitar enviar archivos adjuntos, reducir el envío de correos electrónicos innecesarios y, en su lugar, compartir enlaces de información alojada en la nube.
3. Use una plataforma web neutral en carbono
Quizá no lo sabías, pero a través de la página web de tu empresa también se puede ayudar a la reducción de la huella de carbono. Y es que gracias a los servidores host responsables, las compañías pueden adoptar una plataforma sostenible neutral en carbono.
Una forma de hacerlo es por medio de proveedores ecológicos que implementen iniciativas de eficiencia energética al momento de alojar un sitio web. La idea es que inviertan en la compensación de carbono, de manera que por cada energía que utilicen, se pueda generar la misma cantidad de energía a partir de fuentes renovables.
A largo plazo, esto repercute directamente en el índice global de la huella de carbono producida por un sitio web no ecológico, sobre todo porque se estima que los centros de datos que alojan el tráfico de Internet producen el 2% de las emisiones totales de GEI en todo el mundo.
Si bien el objetivo principal de reducción de la huella de carbono es contribuir a un planeta más saludable y sostenible, esta práctica alcanza otros beneficios en el ámbito empresarial, que se ven reflejados en el área de marketing, tales como:
Un equipo de trabajo sólido: Las organizaciones comprometidas con un propósito sustentable tiene 40% más de posibilidades de conservar a sus colaboradores.
Mayor interés por parte de los inversores: Calcular, reducir y transparentar la huella de carbono es una muestra de que la empresa está dispuesta a trabajar para tener un entorno mejor para las futuras generaciones, algo que es bien percibido por los inversionistas.
Mejor percepción de los consumidores: Si el trabajo sostenible es real y está alineado con los valores de la empresa y su propósito, aumentan las posibilidades de que el cliente prefiera sus productos o servicios por encima de la competencia, según explica Deloitte.