La crisis ambiental así como el cambio climático en el mundo es una realidad. Las consecuencias son cada vez más graves y tienen un efecto directo sobre los ecosistemas, la modificación del clima y hasta la propia actividad humana.
Ante esto, se hace necesario el aporte de todos y cada uno de los actores de la sociedad, tanto públicos como privados, para poder “revertir” esta situación y lograr incrementar los años de vida del planeta que habitamos.
Desde el gobierno de cada país, pasando por las diferentes empresas y llegando, incluso, a la responsabilidad y conciencia individual, se hace pertinente la creación de planes y consolidación de acciones en pro del medioambiente.
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De hecho, algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados por la Organización de las Naciones Unidas, plantean lograr interesantes desafíos alineados con la situación climática y ambiental de hoy en día. Entre ellos tenemos:
- Agua limpia y saneamiento
- Energía asequible y no contaminante.
- Ciudades y comunidades sostenibles.
- Producción y consumo responsables.
- Acción por el clima.
- Vida submarina.
Así pues, la lucha por la preservación del medio ambiente dejó de convertirse en una mera utopía de unos pocos, para pasar a tener prioridad como objetivo mundial.
Empresas responsables, mejores condiciones ambientales
La responsabilidad ambiental guarda relación directa con la conciencia que deben tener las corporaciones, instituciones o personas, “sobre el uso y daño que causa su proceso productivo al medio ambiente, y tomar acciones que lo puedan mitigar o revertir”, tal y como lo explica la Universidad Andrés Bello en su portal web.
“Preocuparse de la selección de materias primas, la manera en que los proveedores las trabajan, el tipo de energía que usa, el agua que se gasta en su elaboración, etc. si todo eso se desarrolla con una mirada de cuidado será mucho lo que va a aportar a nuestro entorno y también al prestigio de la compañía”.
En este sentido, la determinación de acciones en pro del medioambiente se ha convertido en punta de lanza para este 2022 -y los años futuros- sobre todo porque además de contribuir con el entorno, contribuye a una mejor percepción por parte de los clientes o usuarios finales, lo que se traduce en una mejor reputación y mayores ventas.
Por ejemplo, según una encuesta realizada por IBM “80% de los consumidores asegura que la sostenibilidad es importante para ellos, por lo que 60% está dispuesto a cambiar sus hábitos de compra para reducir el impacto ambiental, proporción que podría continuar aumentando a medida que empeora el cambio climático”.
¿Una buena noticia, no? Definitivamente sí, ya que aunque aún queda mucho trabajo por hacer, se percibe un cambio en la mentalidad de los consumidores que traerá consecuencias positivas en la toma de decisiones de las empresas de hoy y del mañana.
Por otro lado, y que también es importante destacar, quienes han tenido la oportunidad de formarse en valores y han cambiado su perspectiva con respecto a los negocios, encuentran en el cuidado del medioambiente no solo más ventas, sino una satisfacción personal que es incluso mayor.
En Chile, desde hace algunos años ya es noticia que algunas compañías llevan a cabo acciones amigables con el medioambiente o, incluso, ya existen Startups chilenas desarrollando productos ecológicos. También es notable que el premio Sustenta 2021, otortgado por la UTEM, haya contado con una mayoría de empresas pertenecientes al segmento PYME. Una maravilla, ¿no?
Imagina por un momento que cada empresario se haga la pregunta “¿De qué manera puedo retribuir al planeta todo lo que día a día me ofrece?”.
¿Tienes la respuesta? ¡Sin palabras! Un cambio acelerado que permitirá la transformación positiva de las industrias, su interacción con La Tierra y una mejor calidad de vida para sus habitantes.
¿Y el Inbound Marketing, qué papel juega?
Llegado este punto empiezan a involucrarse algunos conceptos interesantes, como marketing ambiental el cual “tiene un aspecto distinto al marketing de los productos y servicios regulares, ya que su propósito no solo es promocionar y vender el producto, si no también educar al consumidor de los distintos beneficios del mismo”.
También el marketing sostenible que “es el que motiva a las empresas a adoptar prácticas sustentables de negocio. Poniendo siempre como objetivo el deseo de crear un mundo mejor, se definen un conjunto de acciones que giran en torno a las R de la sostenibilidad; la reducción, el reciclaje, la reutilización y la reparación”.
Sin embargo, muchas organizaciones han encontrado en el Inbound Marketing un aliado para poder masificar sus comunicaciones, educar, informar y hasta empoderar a sus consumidores para que transformen sus hábitos de consumo y opten por productos y/o servicios en línea con el medioambiente.
Si se parte de la idea de que el Inbound Marketing pone en el centro al consumidor, todas las estrategias y tácticas estarán pensadas en contribuir a profundizar en su conciencia ecológica y ambiental, en atraerlos a percibir el cuidado del planeta tierra como un estilo de vida, y no solo como una “moda”.
Además, el Inbound Marketing también se ha convertido en una excelente “fórmula” para destacar lo que son capaces las empresas de hacer frente a la contingencia actual.
Un muy buen ejemplo son las acciones llevadas a cabo por Patagonia, quienes plantean en el corazón de su negocio el cuidado del medioambiente por sobre todo lo demás, y para ello fabrican productos durables, heredables o reutilizables y bajo procesos de bajo impacto impacto ambiental negativo.
A propósito de esto, ellos mencionan que “Sabemos que nuestra actividad comercial, desde iluminar tiendas hasta teñir camisas, es parte del problema. Trabajamos constantemente para cambiar nuestras prácticas comerciales y compartir lo que hemos aprendido. Pero reconocemos que esto no es suficiente. Buscamos no solo causar menos impactos negativos, sino aumentar los positivos”.
¿La compañía en la que trabaja aún no toma medidas? Recuerda que enseñar a cuidar el medioambiente, es enseñar a valorar la vida.